Hace
muchos arcoíris existían en el mundo de los humanos unas criaturas llamadas
Elfos. Eran criaturas pequeñas, con oídos puntiagudos, capaces de volar y que
amaban la naturaleza porque eran parte de ella, vivían felizmente en las
plantas. Pero un día un humano descubrió a uno de ellos y desde entonces les
querían atrapar. Una noche, los elfos se marcharon debido al miedo que tenían a
que los encontraran. Partieron sin rumbo y tras volar una gran distancia
encontraron Dambil casi por accidente o milagro.
Una
vez ahí, se encontraron con unos humanos bastante raros. Al principio, temían
que esos humanos les doblegaran bajo su poder pero eso no ocurrió. En cambio,
los habitantes de Dambil les dieron muchos cuidados a los visitantes. Incluso
les construyeron un hogar en donde poder vivir. Los elfos decidieron quedarse a
vivir ahí. Con el paso del tiempo, notaron que se sentían incómodos en ese
hogar. Así que les contaron a las tribus lo que sentían y que preferían vivir
en la naturaleza. Los humanos les dijeron que había un bosque cercano llamado
“El Eco de las Plantas” pero les advirtieron que había un troll malvado. Los
elfos no tuvieron en cuenta eso y
visitaron el lugar con el que se sintieron satisfechos. Así que comunicaron
a las tribus que se quedarían a vivir ahí.
Los
elfos siguieron el ejemplo de las tribus y se dividieron en grupos: Los
Ercilios, los Alpidianos, los Noizis y los Caucacinos. Esos grupos tenían unos
líderes que se llamaban: Gifetón, Atolia, Sindulfas y el más sabio Gumersilfo. Ellos guiarían a los elfos si se encontraban con
algún problema.
Un
día llegó el troll del que les habían hablado. El troll tenía aterrorizados a
todos los seres, como las hadas, charaguanes, incluso a los dragones, porque
los maltrataba. A los dragones los usaba de chimenea y a las hadas de bombilla.
Le llamaban “Bolgu el malvado poseedor”.
Los
elfos intentaron ayudar a vencer a Bolgu. Pero lo único que tenían eran: arcos
de aurora boreal, serpientes pitón de rocío y sopla arcoíris. De repente, ¡ZAS!
el troll golpeó al querido Gumersilfo. Todos se asustaron, pero por suerte solo
estaba herido.
La
bella Atolia, después de asegurarse de que su amigo estuviera bien, fue a dar
un paseo para calmarse. A continuación escuchó un llanto y ante su asombro era
Bolgu. Lloraba porque decía que no le gustaba hacer daño solo que al ser feo y
despistado nunca le habían puesto atención y le despreciaban.
Atolia
comunicó lo sucedido a Gifetón, Sindulfas y a Gumersilfo. Entre todos
decidieron hacerle una fiesta de amistad. La celebraron en el árbol donde
siempre se sentaba Bolgu. Al principio pensó que era una burla, pero luego se
dio cuenta que era verdad.
Desde
entonces, el troll se hizo muy amigo de los elfos y cada sábado se juntan para
comer aguacatón y patatones.
Qué chula está la historia, Alexa. Sigue así !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarCésar Nieto Ocaña ^_^
Esta historia me encanta, es muy original y a la vez diferente que otras historias. Me ha gustado el problema al que se enfrentan y el contexto de la historia. ¡Sigue así! ;)
ResponderEliminarMe gusta tu historia, Alexa.
ResponderEliminarAlexa, me encanta sobretodo la parte donde la elfa calma al temible troll.
ResponderEliminar:) Karen
Tu historia está muy bien, pero lo de los arcoíris y lo de la fiesta de la amistad no me ha gustado, le pega a niños más pequeños. Pero lo demás me gustado. También porque explicas como se dividen en la propia historia. Ojalá se me hubiera ocurrido. Así me gusta más.
ResponderEliminarFdo: María Huertas
Posdata: ¡sigue así!
Me encanta Alexa tu historia es muy divertida y a la vez muy interesante
ResponderEliminar