Los orcos según Celia

El origen de los orcos sucedió hace mucho tiempo, hace tanto, que en esa época, sólo existían los humanos y los elfos. Os preguntaréis cómo llegaron a existir ¿no?

Como ya se ha dicho antes, los orcos existieron hace muchos siglos. No fue en Dámbil donde empezaron a conocerse, fue en el Bosque Hundido, lejos de Dámbil. Aquel bosque tenía muchísimos árboles, y mucha luz. En aquellos árboles crecían moras y pasas.  Bosque adentro, se encontraba una pequeña aldea de orcos. Los primeros orcos eran parecidos a los humanos, pero con una piel un poco naranja. Eran más robustos que los humanos y no poseían magia. No se distribuían en tribus, pero vivían en diferentes aldeas.

Los orcos sabían trabajar muy bien los elementos naturales y cocinar. Solían comer moras, pasas, manzanas, peras y hojas secas caídas de los árboles.

Tiempo después, los orcos decidieron ir a Dámbil, porque en el Bosque Hundido, solo estaban ellos. No fueron todos los orcos a aquella ciudad, sólo los habitantes de  una aldea llamada Lalque. Cuando llegaron a Dámbil, los humanos se asustaron, ya que  conocían aquella raza. Le lanzaron un conjuro que los haría inofensivos, pero como ya lo eran, se transformaron de diferente aspecto: ya no eran naranjas, su piel era mucho más llamativa, de color verde y marrón. También se hicieron mucho más corpulentos y más altos de lo habitual. Su voz se hizo más grave y vestían con túnicas viejas y sucias.

De aquel entonces, aquellos orcos lalquenos, viven en Dámbil, algunos haciendo el bien, y otros, el mal.

Hoy en día, las dos clases de orcos más conocidas son:

-Los orcos lalquenos.

-Los orcos Delanos, que son los que todavía viven en el Bosque Hundido y no han sido transformados.

Realizado por Celia Moreno Gómez