El hueso del curioso

En una zona de Dámbil había una aldea rodeada de espesas selvas de abetos ; y matas de rosada ;una planta muy bella. Desde ahí se convertían en bosques con grandes árboles. Esos bosques eran agradables y acogedores en los que se filtraban los rayos de sol. Ahí podías escucha el alegre canto de los pájaros. Y aunque en la noche estuviera oscuro aún podías contemplar su belleza.

En esa aldea vivía una niña muy curiosa que todo lo quería ver, tocar, o escuchar. Un día casi se quema porque le tenía curiosidad al fuego. Por suerte su madre estaba ahí para protegerla. Ese mismo día en la noche cuando su madre ya la había acostado la contó una leyenda:

El hueso del curioso

Hace muchos años vivía en un pueblo un joven llamado Victor. El muchacho era un peligro porque no podían dejar que algo le diera curiosidad. Un día dos señores hablaban del mayo pecado de sus vidas, eso le llamó la atención a Victor, así que se escondió y escuchó. Los hombres hablaban del día de los muertos,una fecha que ahí se celebraba.

 Ese día ponían ofrendas a lo fallecidos de las familias. Si alguien había muerto de su familia ponías una pertenencia de tu ser querido con flores, vela y la comida que le gustaba. La puerta la dejabas abierta y haces un caminito de flores que entran en la casa. Entonces, los muertos regresan para comerse sus ofrendas.

 Victor escuchaba eso cuando notó que el hombre que hablaba bajaba la voz. A continuación dijo que cualquiera que escuchara el revuelo y no supiese lo que pasaba pensaría que era gente normal. Por eso nadie debía abrir la ventana cuando a las 12 de la noche se escuchara llegar a os muertos del cementerio a sus respectiva casas.

 Entonces Victor se dio cuenta de que la celebración sería el día siguiente. El muchacho se hundió en sus pensamientos, si demostraba que no era verdad sería un héroe, seguro.

Para cuando dejó de soñar los hombre ya se habían marchado. Victor decidió que se asomaría un poquito en la noche.

 A día siguiente todo estaba adornado tal y como la costumbre. Pronto oscureció, Victor se quedó dormido,  pero no tardaron en despertarle los extraños ruidos.

Victor un tanto asustado abrió la ventana. Vio gente normal sonreían y reían. Había niños, adultos y ancianos. La mayoría sostenían velas o candelabros. De repente una mujer se paró y la pidió que sostubiese su candelabro. Victor obserbaba todo, y cuando se quiso dar cuenta no quedaba gente, y la mujer había desaparecido. El joven decidió acostarse y pensó que al día siguiente se la daría. El candelabro lo dejó en la mesita de noche. Al día siguiente se despertó dispuesto a contarle todo a sus amigos y familia.

En un horrible minuto, Victor se quedó mirando el supuesto candelabro. Ya no era un candelabro, era una tibia. Salió corriendo de la casa y empezó ha pedir auxilio desesperadamente. Pronto sus padres se enteraron porque vivían en el mismo pueblo.  Ello se desesperaron igual que su hijo. Todos buscaron alguna solución.

 Ese mismo día Victor y sus padres visitaron a los sabios de la montaña, ellos de dijeron que significaba que iban  morir, pero eso tenía una cura: devolver el hueso con un inocente en brazos, osa, un bebé. A Victor no le dejaron ningún bebé. Así que decidió entregárselo el mismo.

 Esa noche escuchó los ruidos. Entonces, abrió la ventana y se quedó helado. Se encontró con los muertos de piel podrida, carne colgando. Inmediatamente cerró la ventana. Desde entonces no pudo dormir, y murió por falta de descanso y pánico.

-Buenas noche Celeste-
-Buenas noches mamá. Me ha gustado mucho la historia,  gracias-
-De nada-

 Al día siguiente tropieza con un álbum de imágenes . Celeste lo abre y se encuentra con una imagen de su tío abuelo, pero tiene algo en la mano... ¡una tibia! Celeste lee la fecha, 1 de noviembre.

-Mamá, ¿que fecha es?-
-1 de noviembre...-

 Es misma noche escuchó uno ruidos extraños...

 FIN

Por Alexa Barajas