Los Elfos según César N.

El Guardián de las historias Capítulo II

 “Mi camino hacia la  libertad”

Yo, la Guardiana del Viento, vivo feliz con los de mi especie. Desde que me salvó aquel pequeño ser, toda mi vida cambió. En cuanto me rescataron me fui a explorar mundo.

Después de largos días andando, llegué a una aldea de seres como yo ¡Eran elfos!

Me empecé a sentir cansada, hasta que me desmayé. Después de varios días inconsciente, me desperté. Me encontraba en una hermosa casa hecha en el interior de una flor. Al moverme un poco, un personaje se me acercó:

- ¿Ya te has recuperado?

- ¿Quién eres?- Contesté yo.

- Soy Minwit. Te encontré en la entrada de la aldea, y te traje a  mi casa.

- Muchas gracias me has salvado la vida -dije yo- ¡Ah!, Por cierto, me llamo Saturnia, y soy la Guardiana del Viento.

- ¿La Guardiana del Viento? ¿Eso qué es?

- Me lo pusieron cuando nací, porque dominaba el viento y ya no recuerdo más, tan solo cuando una bruja me hechizó y me hizo la protectora de “La Rosa Dorada”. Me tenían encerrada en la montaña donde libraron sangrientas batallas Gormul y Titón.

- Ah sí, ¿y cómo escapaste?

- Me salvó un ser llamado Berndie, El Guardián de las Historias.

- Lo conozco, vino una vez aquí. A propósito, ¿cómo llegaste hasta aquí, la aldea de los Yuestress?

- ¿La aldea de los qué? Es que no la conozco.

- Nuestra historia es muy antigua, ¿quieres conocerla?

- Sí, me encantaría.

Hace muchos siglos, en el reino de Dambil, se introdujo una nueva especie: Los elfos.

Los elfos nacían de los pétalos de las flores muertas, que caían al suelo.

Eran pequeños y tenían alas. Lucían una hermosa cara con unas puntiagudas orejas.

Formaron 4 tribus:

·La tribu de los Yuestress, la nuestra , encargados de proteger el Bosque Sombrío de las amenazas malignas. Además poseían el don de que cuando cantaban, adormecían a sus rivales.

·La tribu de los Trishandler, encargados de proteger la vegetación de las altas montañas. Además poseían el don de que podían  camuflarse en la nieve.

·La tribu de los Blactack, encargados de proteger el interior de la tierra. Además podían teletransportarse.

·Y por último, la tribu de los Heartrose, encargados de proteger el consejo de los 18 de los enemigos. Además, podían pulverizar a la gente sólo con tocarla.

 Al oírla me quedé impresionada.

Después de varios días recuperándome, le pedí provisiones para el viaje y me despedí. Y allí fui yo, y quién sabe si habrá  nuevas historias.

Escrito por César Nieto Ocaña