sábado, 3 de mayo de 2014

Un amor quemado



Esta historia se la dedico a mi madre, por cuidarme, quererme, estar siempre a mi lado y por ser única en el mundo ¡¡¡Feliz día de la madre!!!

En Mavon, hace mucho tiempo, llegó a la ciudad una hermosa joven. Se llamaba Valdir y tenía cabellos largos y morenos, al igual que la piel. Labios finos y rosados, y su cabello lo solía llevar suelto. Sus ojos eran marrones y su estatura, normal.
Venía de Vense y viajó a Mavon porque en aquella ciudad no existía la libertad. Al llegar, sus familiares la recibieron con fuertes abrazos. Dos días después, Valdir estaba entrenando el manejo de las armas en el Bosque Florecido. Se encontró un agujero enorme en el suelo suelo del que alguien pedía ayuda. Valdir decidió ayudarlo aunque no supiera quién era. Unió varias cuerdas y ayudó a salir a aquel ser.

Era un joven de cabellos cortos y morenos, la piel pálida y los ojos verdes. Se llamaba Deron.
 
Él al ver a la joven, se enamoró locamente de ella, Le agradeció que le hubiera salvado, y ella le consideró un buen amigo. Practicaban el manejo de las armas juntos, al igual que la magia. Él la quería cada vez más, pero ella sólo lo consideraba un buen amigo.

Días después, Valdir debía regresar a Vense. Deron se puso muy triste y dolorido por dentro. Enfermó y nada podía curarlo. Lo único que quedó de él fue un corazón en llamas. 
Por Celia Moreno Gómez

2 comentarios:

  1. Está bien Celia, me ha gustado mucho

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  2. De los dragones también quedan sólo corazones en llamas. Muy bonito. Besos.

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